Como recibo de ti calor y seguridad,
admito que me dueles y te duelo.
Menos mal que voy de tu mano en este andar de cojos,
la distancia se ha hecho corta de repente.
Siento que tengo tu misma herida,
aquella que vuelve al silencio, silencio
y a la gente absurda.
El mundo de pronto
un enérgico circo,
yo pido calma
envuelta en risas.
Es importante recordar
que crecimos riéndonos,
los tres.
Pero sé que el sanar es lento
cuando queremos ver con claridad.
Tenemos una semilla de ángel
en la que brotamos,
flotamos
y nadie nos alcanza.
Hasta parecemos sensatos.
Tenemos el antídoto
que pocos tienen,
nadie quiere saber que la vida también duele
o ya lo saben demasiado.
reparas en el silencio, la soledad
y ver como el viento se lo lleva
hasta nueva orden.
Para mí lo bueno es tenerte
Mejor tu que nadie,
Sabes de mis cicatrices.
Siento tus mismas manos
Y tu hermano tienes las mías
...¿Bailamos?
(...IMPOSIBLE NO AÑARDIR A MAZONERÍAS)
