LOBOTOMIA


El cerebro en
blanco descansa
escucha sonidos melódicos
y se siente en casa.

(Historias de Sartre y Simone de Beauvoir
que le hacen volar)


                                                                                                                                                                                                                                                           

ERASE UNA VEZ UN BESO...

Beso de suspiro.
Mariposa enamorada
ese beso
soltado al aire.

Beso
de pomelo
con piel de melocotón
…en las mejillas.

Beso de agua.

Beso
de tormenta
de verano
de olor a tierra.

Beso huracanado
de vientos endiablados
Beso de trueno,

Beso de anhelos…

Y resaca eléctrica.

HISTORIA SIN COMIENZO

Hace tiempo que me estoy alejando
- dijo ella-
Tú no te das cuenta,
pero tanto tiempo
como el tiempo que hace
que no escribo en papel.

Hace mucho tiempo que comenzó,
el comienzo del fin parece eterno.

La gente le preguntó
cuando iba a terminar.
Ella no supo que responder.

Yo respondería
“en ello estoy”
pero a mí
no me preguntaron.

Provoca risas incrédulas
Un final tan largo,
pero hay historias
que solo se basan en eso
en terminar lo terminado.

¡Quién sabe!

Puede que tenga un placer oculto
el fracaso.

MIRADA SORDA

No pretendas leer en unos ojos
Aquello que nunca se dice.
Solo son dos luceros
Que acompañan
palabras sinceras.

Unos ojos
Pueden brillar
Pero no emiten sonido
Mal remedio para
un corazón vencido
que le urge escuchar.

Dicen que las palabras
Vuelan
Como pompas de jabón.
Y se van lejos
Pero,
¿acaso alguien puede adivinar
Un corazón
En una pupila?

Quizás solo los años
Dejan ver una mirada
O a la mirada
Se le escapen los años.

Pero las palabras que no se dicen
Son huecas varices
En ese globo ocular,
Presas
De una esfera de color
Y caducan
Si no se nombran.

_en el espejo.
¿ Qué te cuentan tus ojos?_

AGUJA E HILO

Tengo los bolsillos repletos
de besos marchitos
Colchón de noche
De palabras no dichas,
Las voy hilvanando
Para hacerte un poema.

ARRIAR VELAS


Ya lo sabían desde hace tiempo, el viento es el viento y hasta que no pare, sus ojos seguirán mirando hacia ambos lados. En frente la Nada.

Hache entre dos, aire consumido, vapor de agua.

El estado de vela se agota, como se agotaron los besos, como se agotaron las lágrimas,
los gritos y con los gritos, el Deseo.
El pacto era seguir apostando al numero cero. Cuando uno no arriesga , no tiene nada que perder, ¿ no?.
Y mientras tanto siguen disfrutando de una felicidad inútil, tan inútil como las palabras que no se dicen.
Felicidad de plástico, de goma, de cartón.
Juguete roto, pero felicidad al fin y al cabo.
Ellos son conscientes.

Antes era como un pequeño teatro, jugaban a las casitas, cambiado los roles cada vez que se acaba el gas en la cocina.
Ahora solo queda el estado de vela.
Ella lanza palomas mensajeras que se posen en su hombro, el duerme placidamente.
Ella busca ramas de olivo por el día
El canta a la luna por la noche.

Mientras sigua soplando el viento, seguirán en ese torpe estado. Hasta tocar tierra,
hasta tocar fondo.
Y después del fondo…
Fin
Y del fin,

A soltar lastre y
¡Arriar velas!

VISITA RITUAL

Todos tenemos amigos de toda la vida.
En particular, lo mas positivo de las antiguas amistades, es que te avalan diez o quince años de experiencia y evolución, es decir, que seguro que guardas anécdotas de pequeños, o de no tan pequeños, que son como as en la manga y viceversa.
Es un arma de doble filo.
Positivo también es el tiempo, que se ha llevado todas las preguntas que te haces cuando no conoces muy bien a alguien. Ya sabes como son, ya saben como eres, lo que quieren, lo que quieres, lo que no quieres y en definitiva la confianza da asco, nadie lo tiene en cuenta y en mi caso no me importa caerles mal.

La mama de Mario y la mía se conocieron en el parque un día de tirón de pelos y caídas de culo, el fue el primero que se puso a llorar, y aun se lo recrimino por chivato, que no me hubiera quitado la pelota. Desde entonces hasta ahora somos vecinos, pero el sigue viviendo con sus padres y yo me he independizado.

A el le digo que es de profesión feliz casi un poco en modo de mofa pero sin mala intención creo yo, es un buscavidas pero vive bien al final el muy truhán.
Es esa persona, que apenas tiene problemas, con vida sencilla o aparentemente. En definitiva sin grades responsabilidades y con mucha imaginación y sobre todo muuucho tiempo.

El ritual de la visita era siempre el mismo,
Una cerveza, un pitillo y eso era mi reloj de arena.

Aquél día se encontraba eufórico, movía sus cabeza cual tijera y los ojos acariciaban su nuca en pocos segundos.
Giraba el cuerpo y lo paseaba hacia otra parte de la casa.
Mientras tanto yo, seguía con mis quehaceres, absorbida por una necesidad imperiosa de tenerme distraída el máximo tiempo posible, sin ocultar que tarde o temprano volvería a trabajar y ya no podría gozar de esos chutes de manualidades en un querer reformar mi pequeño hogar…que le hacía falta.
De profesión feliz,
Aunque a veces parezca tremendamente preocupado, quizás solo se esté preguntado que temperatura tiene el viento, recordando besos de fresas o una buena frase de una canción con la que darte la vara.
Sus ojos delatan su vaivén de pensamientos, si no hubiera paredes sus pies en pocos segundos lo llevarían al infinito y en instantes estaría de vuelta, mientras a voz limpia te mete prisa en un querer hacer un no sé qué.
Como un chiquillo, intenta leer tus pensamientos clavando sus ojos en los tuyos, su cabeza se sigue moviendo cual tijera que corta el viento, que corta el silencio.

Justo ahí paro: Déjame anda! Y le propongo algo que hacer, a la vez que voy de una habitación a otra, moviendo esto, moviendo lo otro.
El se ríe, sabe que me está poniendo nerviosa, gira su cuerpo y lo pasea hacia otra parte de la casa.
Silencio, calma, aire y viento, cada uno absorbido con cualquier cosa
unas risas…y tarde o temprano, toma su decisión, la casa se le ha quedado pequeña y conmigo se está aburriendo.
Hay momentos en los que me gusta aburrir, eso un secreto.

-Oye, me marcho- sus ojos están relajados pero miran fijamente esperando ansioso un buen plan.
Ni me lo pienso, le confirmo con un “Vale” seguidamente de un “si acaso luego te llamo” quiero terminar lo que estaba haciendo.
Mario gira su cuerpo, se despide y lo pasea más allá de mis muros.
Lanzo un adiós seco desde la cocina. La puerta se cierra.

Yo parece que descanso
…y entonces me siento mal.
Luego recuerdo que siempre ha sido así y termino riéndome.


FIN

Esta historia no es real, los personajes no existen, ni existe Mario, ni su mama, ni el parque.

Lo escribo solo para agradecer a mis amigos sus visitas, se que cuesta sacarme de casa y que soy una petarda.
(Ahórrense análisis, esto no es literatura)